Ofrecemos clases de iyengar yoga a cargo de la Instructora Certificada Leila López Oliver en nuestro estudio de Martínez. Mirá acá los detalles.
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Sri BKS. Iyengar nació en Bellur, India, el 14 de Diciembre de 1918. Durante su niñez sufrió de enfermedades como malaria y tuberculosis que marcarían su enfoque en la práctica del Yoga. Su formación estuvo a cargo de Sri T. Krishnamacharya y a la edad de 18 años fue enviado por su Gurú a la ciudad de Pune, Maharashtra donde comenzó a dar sus clases.
Dedicó toda su vida a la práctica, al estudio, y a la enseñanza del Yoga. Escribió importantes libros como “La Luz del Yoga”, “El Árbol del Yoga” “Luz sobre la Vida” “Luz sobre el Pranayama” y «Luz sobre los Yoga Sutras de Patanjali” entre otros.
El Maestro BKS Iyengar sistematizó la enseñanza de las asana dando una secuenciación tanto para la práctica como para el aprendizaje de cada postura. De manera que el acceso a cada nueva postura está basado en una metodología de enseñanza y por lo tanto a un cuidado meticuloso. Es una metodología progresiva. Asimismo, formuló secuencias de asanas particulares de acuerdo a las características y beneficios de las posturas para momentos particulares. Terapéuticas para dolencias como hernias de discos hasta jaquecas, o inestabilidad emocional.
Estudió y experimentó cada postura de manera de llegar a la conciencia total del cuerpo debido a la precisión de las acciones de cada parte del cuerpo. Esto hace que practicantes principiantes o más avanzados puedan estar realizando la misma postura con un grado de profundidad, de observación y de permanencia completamente diferente.
Todo esto llevó a la utilización de elementos auxiliares que hicieron posible la práctica sana para todos: gente joven, mayores, enfermos, lastimados, etc.
El Maestro llevó el Yoga a más de 70 países, año a año más profesores reciben su certificado otorgado desde India, luego de mucho estudio, compromiso y dedicación.
B.K.S. Iyengar falleció el 20 de Agosto de 2014 a la edad de 95 años. Sostuvo su práctica dedicada hasta su muerte. Dejó una inmensa herencia en enseñanza a través de su familia y sus profesores.
Del libro Luz sobre la vida.
Mi esperanza es superar el prejuicio acerca de que el hatha Yoga es sólo físico y que no tiene nada que ver con la vida espiritual. La gente ha equiparado la práctica de asana como práctica física. La obra de mi vida ha consistido en demostrar que, incluso a partir del más humilde de los principios, éste es un camino que puede conducir al practicante dedicado a la integración de cuerpo, mente y alma.
Lo que me he esforzado en comunicar acerca de asana es que la postura debe ser cómoda y firme. Esta firmeza sólo se alcanza cuando cesa el esfuerzo, así que es necesario formar el cuerpo de manera que lo que parece complejo se torne simple. En mis asanas no hay tensión en ningún sitio, pues mis esfuerzos cesaron ya hace mucho tiempo. Como mi esfuerzo llegó a su fin, puedo ofrecer mi práctica como una ofrenda al Señor Dios para que, a través de ella, pueda unirme a Él en el infinito.
Nos equivocamos al pensar que todos somos torpes e inertes. Si tu fuego se hubiese extinguido, no estarías vivo. El fuego yóguico (yogagni) existe en estado latente o prístino en todos. Ha consumido mi vida. Pero nada se consigue para siempre. Si dejase enfriar las cenizas que cubren mis brasas por negligencia, arrogancia o poca disciplina en la práctica, el fuego perdería su calor transformador. No me he retirado y no lo haré nunca. Mantendré ardiendo el fuego interior siempre.
Por eso no puede detenerse la práctica (sadhana). Sí, claro, envejezco y retrocedo a ciertos niveles. Pero mi cuerpo y mi mente son los servidores y seguidores del alma. La unidad de los tres me da el derecho de llamarme Yogui. Pero aunque estoy en un nivel espiritual, nunca digo que la práctica no sea necesaria.
Soy viejo y la muerte se aproxima, inevitablemente. Pero tanto nacimiento como muerte están más allá de la voluntad del ser humano. No son mi área de competencia. No pienso en ello. El Yoga me ha enseñado a pensar únicamente en trabajar para llevar una vida útil. La complejidad de la vida de la mente llega a su final con la muerte, con todas sus alegrías y tristezas. Si uno ya está libre de esa complejidad, la muerte llega de forma natural y suave. Si vives holísticamente en cada momento, tal y como enseña el yoga, aunque el ego sea aniquilado, no os diré: “Morid antes de morir”, sino que más bien afirmaré “Vivid antes de morir, para que la muerte pueda ser también una celebración viva”
De la página 338.
Leila Lopez Oliver es profesora Nacional de Educación Física y ha sido deportista toda su vida. En el año 2015 obtuvo la certificación Internacional de profesora de Yoga Iyengar.
En el año 1993 comenzó su carrera como docente y en el 2000 su práctica de yoga. Descubrió allí una nueva forma de entender el cuerpo y un nuevo modo de vida. A partir de ese momento conoció y practicó con importantes profesores de Yoga que le ayudaron en su formación como practicante y docente.
Desde el año 2009 da clases de yoga a jóvenes, adultos y personas mayores. A partir del 2015 comenzó sus enseñánzas como profesora certificada de Iyengar.
El Estudio Axa Yoga está totalmente equipado para desplegar todo el potencial de una clase de yoga. Con pisos flotantes, iluminación natural y un ambiente relajado, hemos construido a lo largo de estos años el espacio que siempre soñamos. Hoy lo queremos compartir con vos.
El estudio está ubicado en Edison 1658, Martínez, y con rápido acceso desde Capital Federal y Zona Norte.